Washington, 18 nov (PL) Las muertes provocadas por los incendios Camp y Woolsey en el estado norteamericano de California suman hoy 79 después de que se descubrieran otros cinco cuerpos en zonas afectadas por el primero de esos fuegos.
El alguacil del norteño condado de Butte, Kory Honea, informó anoche que los nuevos restos fueron encontrados en las localidades de Concow y Paradise, esta última casi completamente devastada por el siniestro que es ya el más mortal y destructivo en la historia del territorio.
De acuerdo con el oficial, los servicios de emergencia han avanzado en la búsqueda de personas desaparecidas, pero la lista de residentes en paradero desconocido aumentó de poco más de mil a casi mil 300 este sábado.
Honea reiteró que la relación puede incluir a sobrevivientes que no han entrado en contacto con las autoridades, y dijo que ya lograron localizar a 700 personas enumeradas anteriormente como desaparecidas.
Thom Porter, jefe de planificación estratégica del Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California, señaló que esperan un mayor número de cadáveres a medida que los equipos de búsqueda continúen examinando entre la destrucción.
Incendio más letal de la historia
De lejos es el incendio más letal en la historia de California y va a empeorar, lamentablemente, expresó sobre el siniestro que quemó hasta ahora 600 kilómetros cuadrados y destruyó unas 12 mil 800 estructuras, entre ellas nueve mil 890 viviendas.
Unos cinco mil 600 bomberos combaten contra las llamas de ese siniestro y lograron controlarlo al 55 por ciento, aunque las autoridades estiman que demorarán cerca de dos semanas para aplacarlo totalmente.
Más avance se registra en el Woolsey Fire, que afecta a los condados de Los Angeles y Ventura, en el sur del estado, donde dejó tres muertos y destruyó 836 estructuras.
Ese fuego, que quemó 400 kilómetros cuadrados, estaba controlado anoche al 84 por ciento, gracias a la labor de mil 800 bomberos.
La nueva cifra de decesos y desaparecidos del sábado se informó el mismo día en que el presidente del país, Donald Trump, realizó una visita al estado occidental para recorrer las áreas más afectadas.
Nadie pensó que esto podría suceder. Espero que este sea el último porque ha sido realmente malo, manifestó el mandatario republicano entre árboles quemados y restos de estructuras en Paradise.
El mandatario prometió ayudar a California a recuperarse y a trabajar para prevenir futuros incendios, elogió a quienes se enfrentan a las llamas y dijo que tuvo discusiones productivas con el gobernador del estado, Jerry Brown; y el gobernador electo, Gavin Newsom.
Pero también repitió ideas parecidas a las que le generaron grandes críticas el pasado fin de semana, cuando sostuvo que la magnitud de los siniestros se debía a la mala gestión forestal del estado y amenazó con retirarle fondos federales.